TAN SOLO EXCUSAS
No sé cómo serán otros escritores, en todas sus entrevistas,
blogs y continuo parloteo, son entes bohemios, seguros y forman parte de otro
plano astral. Todos aconsejan un lugar para escribir, meses de reclusión,
disciplinados…
Yo estoy muy lejos de todo lo que la leyenda que rodea a los
escritores se refiere. En lo referente a trabajar, aclaro, en lo referente a lo
interesante que es nuestra vida y a que somos excelentes amantes y pésimas
parejas… esto aseguro que es cierto. A lo que iba, trabajar en escritos esporádicos,
sin una meta fijada, es una tortura. Tu mente hiperactiva no para de imaginar,
se distrae con cualquier mosca o nube, pasas horas y horas mirando una página
en blanco para continuar una frase y en un chispazo, ¡chas! Estás viéndote siete
capítulos seguidos de Juego de Tronos para alimentar tu insaciable sed de
fantasía.
De lo que conozco este mundo, sin ser nadie importante, lo único
que nos obliga un poco a escribir, es leer. No recuerdo que famoso escritor
dijo aquello de “la literatura es la profesión más solitaria que existe” (un
guardia de seguridad nocturno de unos almacenes podría matarnos por este tipo
de comentarios). Y básicamente lo es, no por un motivo enrevesado o metafóricamente
como todo lo que solemos decir, sino en el sentido de que no hay nadie que nos
mande y nos aliente. Bendecidos aquellos escritores que encontraron parejas que
no paraban de animarlos, a esas parejas quiero dedicar lo siguiente:
Parejas, hermanos o amigos de escritores, personas que habéis
estado soportándolos en sus neuras de niños chicos, que habéis leído cada uno
de sus folios o tweets aun siendo la mayoría auténtica basura. Que habéis leído
borradores peores que el guion de Blade Trinity, que habéis puesto una mano en la espalda y
pronunciado aquella frase de: “No renuncies, estoy deseando leer el siguiente”.
Personas que cuando leéis una historia corta o larga, vais directos a su autor
a comentar cualquier detalle que os ha parecido interesante, para bien o para
mal, que estáis siempre dispuestos a dar vuestra crítica objetiva. Personas así…
Gracias.
Porque vosotros sois las verdaderas musas, porque sois la
gasolina que nuestra torturada mente necesita, porque sin vosotros… los
escritores, no tendríamos un sitio donde existir.
Escritores, presentes y futuros, jamás dejéis que alguien
así escape de vuestro lado. Cuidad esa persona como el mayor tesoro que tengáis.
Ah, y digo lo contrario, el día que alguien os diga “déjate de tonterías y
busca un trabajo de verdad” a esa persona pegarle un tiro, aunque creo que es
ilegal… mejor pasad de esa persona, jamás renuncies a tus sueños o pasaras toda
la vida con el alma llorando.
Pues lo dicho, podemos buscar muchas excusas a por qué no
escribimos, y hay cierta culpa en nuestra naturaleza, pero bien merece un
esfuerzo por aquellas personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario