Son muchas veces las que he visto caídos,
Los cuatro pilares que sostienen mi castillo.
En este reinado de extensa meseta,
De obreros y soldados exentos de servidumbre,
De ojos ciegos a un rey disfrazado,
De oro por cobre, de espada por pluma.
En el trono espera adormilado,
Ofrendas de manos vacías y consejo de un sabio despistado.
Sentado el rey en su trono,
En su corte de asientos vacíos,
No hay comentarios:
Publicar un comentario